Taberna

La "taberna" es la página principal del blog. En ella se publicarán todas las noticias referentes a la partida, así como diversas proposiciones, encuestas, comentarios y temas de conversación.

Si quieres consultar las noticias o realizar tu propia aportación ve a la página principal.

15 de junio de 2010

Árboles en el claro (Sesión III) [Biblioteca]

Aquí va el resumen de la última partida, la primera en la que se puso en práctica la ya promocionada regla del “favor del master”. Una partida donde brilló la improvisación de todos durante un combate de los más movidito.

Esta 3ª sesión se realizó un martes 8 de junio por la tarde, tranquilamente aposentados en el salón del piso de Vera.

En esta partida Athan (Gonzalo), Tana (Gabby), Greyhem (Hugo), Ungrimm (Txemari), Matsuya (Vera) y los demás se enfrentaron a uno de los mayores peligros de Linde Boscoso: los trasgos bosquimanos.

“Moverse al centro del claro había sido la mejor opción que podían haber escogido. Aquellas criaturas simiescas y gorgeantes parecían aprovecharse de las alturas trepando sobre los árboles. A excepción de Allinas y Elleas, ellos tenían la ventaja de jugar en casa.

Con las armas desenvainadas y los conjuros preparados los personajes esperaron junto a los elfos a que aquellas criaturas ocultas entre los árboles hicieran el primer movimiento. Una decena de ellos, saltado desde las ramas se internaron en el claro, dejando sus feos rostros a la luz de la luna. Aquel cuerpo peludo, aquellos brazos larguiruchos, aquellas garras y bocas llenas de dientes afilados estremecían a cualquiera. Pero lo realmente sorprendente fue verles correr y clavar sus extremidades en el blando barro de aquel claro.

Con una extraña habilidad aquellos trasgos transformaron sus cuerpos en retorcidos árboles resecos, sembrando el claro y haciendo avanzar, literalmente, el bosque. El semielfo, que apuntaba con su ballesta cargada, pensó que lo mejor era ahorrar ese virote para algo que resultase menos amenazante. Lo mismo hicieron los demás, esperando un aviso o un gesto de los dos elfos. Allinas, apretando los nudillos sobre su arco, esperó a que apareciesen aquellos que sí eran peligrosos.

El resto de trasgos no aguardó demasiado. Corriendo desenfrenados entre una sarta de risotadas e insultos en su idioma, se encaramaron en sus compañeros transformados y desde ahí lanzaban sus redes de cuerda y hueso.

El combate empezó entonces de manera desenfrenada. Los personajes hacían lo posible por abatir a los trasgos que portaban las redes, haciéndolos caer con virotes, conjuros y flechas. Un par de águilas agitaron sus alas al aire tras un par de movimientos del convocador, atacando desde las alturas a los trasgos más indefensos.

Un muro de llamas atravesó entonces de un lado al otro el campo de batalla, haciendo retroceder acobardadas a aquellas inmundas criaturas del bosque. Poco a poco las flechas iban abatiendo a algunos mientras que el samurai luchaba en tierra junto al enano, cercenando trasgos bosquimanos con su espada y su enorme hacha.

Pero entonces, justo cuando todos confiaban en una victoria segura, un grupo de trasgos ocultos atacó al grupo por la retaguardia. Aunque alguno logró darse cuenta de su movimiento entre la espesura, no sirvió para evitar que sus pesadas redes cayesen sobre los elfos, Athan y Greyhem. Y aunque la guardiana del bosque intentó rescatar a sus compañeros atacando a algunos enemigos, estos fueron arrastrados inevitablemente hacia la espesura.

Mientras tanto el fuego que ardía en medio del claro se disipó tras ser atravesado por uno de los incautos trasgos, descubriendo sin querer la naturaleza ilusoria de éste. Pero esas mismas ilusiones, esta vez en forma de un sonido misterioso entre los arbustos, lograron liberar al hechicero semielfo de las garras de su captor.

El estudiante de la Escuela de Artes Arcanas también fue arrastrado hacia el bosque. Su fiel compañero, su eidolon, pese a derrotar fácilmente a los trasgos que le entretenían no podría llegar a tiempo para salvar a su convocador, así que Athan, haciendo uso de su pequeño puñal, cortó las cuerdas de su red para así poder escapar. Y su eidolon podría haber acabado con ese trasgo también si no hubiese huido entre la espesura.

Los trasgos en el claro, satisfechos con su caza, se lanzaron en masa para rematar la tarea, arrastrando a Ungrimm con una red y saltando sobre Matsuya en gran número. Y aunque fuertes, ambos no habrían salido bien parados de no haber sido por la providencial ayuda de los rayos del sol. Aunque aquel era un mundo noctámbulo, el sol también tenía sus horas para iluminar el bosque. Un día de 4 horas que empezaba en ese momento.

Mientras los trasgos huían a esconderse los personajes se reunieron. Allinas, muy preocupada, hizo notar la desaparición de su sobrino Elleas. Los trasgos lo habían raptado y llevado a su campamento. Arkus, apareciendo de la nada (y asustando a la elfa), explicó que tenían cerca de 4 horas para rescatar al pequeño elfo antes de que los trasgos lo devorasen. Y, aunque la elfa tuvo que ingeniárselas para convencer al enano, todos estuvieron de acuerdo en volver a Linde Boscoso, la ciudad de los elfos, en busca de ayuda.

El camino de vuelta no sería menos peligroso que aquella batalla, cubierto de trampas, amenazas ocultas y riesgo de extravío, pero el tiempo apremiaba y había que tomar un atajo para llegar a tiempo a la ciudad.”

No hay comentarios: